La crisis del coronavirus ha cambiado nuestras vidas de una forma repentina. Un día de marzo de 2020, mientras disfrutábamos con normalidad, de nuestro municipio apareció este bicho misterioso e invisible.Para acabar con él, SAN BARTOLOMÉ SE QUEDÓ EN CASA, «CADA CAL EN SU CASA Y CON MÁS UNIÓN QUE NUNCA».