Si la mitad del mundo son mujeres, ¿por qué no ocupan al menos la mitad de los cargos? Esa pregunta es constante entre muchos mujeres. En las instituciones de todo tipo, sean públicas o privadas, esto es una práctica constante. Sin embargo, no siempre se puede combatir con las mismas formas.

Muchas mujeres consideran que la imposición de cuotas es efectiva, pero esto no suele ser una realidad aplicable en todos los casos. Otras mujeres, en cambio, sostienen que las cuotas son una forma inefectiva de conseguir cargos e igualdad, pero esto también es un enfoque extremo.

¿Dónde conviene instaurar cuotas?

La experiencia ha sido vasta. No es lo mismo, por ejemplo, forzar una cuota de mujeres en una lista de tres personas, que en una de veinte. Es por eso que las cuotas paritarias en listas electorales para elegir cuerpos legislativos como congresos, asambleas y concejos municipales han sido muy efectivas. Sin embargo, si los cargos son escasos, pueden generarse distorsiones e impopularidades, que incluso, podrían llevar a hombres al cargo teniendo menos votos.

Las cuotas funcionan donde hay sistemas justos y amplios. Hay países, por ejemplo, que exigen que haya un número determinado de mujeres en los consejos directivos de las empresas. Esto puede funcionar en las empresas grandes, que tienen consejos directivos amplios y miles de trabajadores. Pero en las empresas pequeñas, con apenas decenas de trabajadores, se vuelve una práctica inefectiva que puede ser incluso propensas a inestabilidades.

Cuotas como factor temporal

En general, hay personas que se oponen rotundamente a las cuotas y dependen exclusivamente de los méritos. Sin embargo, es muy posible que esta percepción se deba a que se piensa que las cuotas son algo permanente. En verdad, las cuotas tienen un objetivo temporal, que es conseguir una representación proporcional entre hombres y mujeres. Una vez conseguido ese objetivo y mantenido de forma estable, las cuotas entran en desuso.

Los principales motivos para desarrollar cuotas de ese estilo se refieren a la aceleración de un proceso aparentemente gradual. Existen cálculos que dicen que las mujeres ganarán el mismo dinero y ocuparán el mismo puesto que los hombres cerca del 2070. Las cuotas lo que aspiran es a consolidar la superación de esta brecha y acelerar todo el proceso gradual.