Derecho a la maternidad: una lucha siempre vigente
Las mujeres son mamás. Quedan embarazadas y dan a luz a sus hijos. Esto ha pasado así desde el origen de los tiempos y no es ningún obstáculo para el desempeño de ninguna actividad laboral. Sin embargo, el estigma de la maternidad que es relacionada con la productividad aún es preponderante en muchos empleos. Existen muchos patronos que exigen pruebas de embarazo a las mujeres y que amenazan con despedirlas en caso de que queden embarazadas.
Esta concepción ha ido cambiando con el tiempo, porque en muchos países, hay patronos que han comprendido que la maternidad y la paternidad es un momento único en la vida que les dará felicidad, y que por ende, deben tener tiempo pagado de crianza. Sin embargo, en muchos casos no es así, incluso habiendo leyes vigentes que condenan esas imposiciones.
¿Qué hacer al respecto?
Parte de las reivindicaciones laborales de las mujeres reside en que su maternidad sea entendida como un elemento positivo y no como un obstáculo a la productividad. Hay muchos patronos totalmente tercos que no pueden entender este aspecto y por ende, la imposición debe ser legal, a través de las instituciones.
Sin embargo, es importante ver también un cambio en el esquema de negocios. La productividad no se mide estrictamente por ir a una oficina a cumplir horario. El hecho que una mujer se ausente unos meses para parir y cuidar a su hijo los primeros meses es algo que probablemente influirá de forma positiva en su rendimiento de trabajo una vez se reincorpore. lo que genera un equilibrio donde todos ganan. Tener hijos no puede ser un obstáculo y si hay un negocio que lo percibe así, debe ser superado.